martes, 28 de enero de 2014

juegos indigenas

Los estudios antropológicos son útiles para comprender la riqueza de la diversidad cultural y la
alteridad socio-cultural, o sea, obtener una visión de mundo expresada en los comportamientos,
mitos, rituales, técnicas, conocimientos y prácticas sociales.
Entre los diversos temas estudiados en esta área, para la
Educación Física en especial, son importantes las
representaciones sociales, diferenciadas dentro del contexto de
cada cultura y sociedad, en lo que se refiere a la integridad
corporal, de acuerdo con la planificación educativa que incide
sobre grupos populares y particulares, ya sean en las
investigaciones sobre corporalidad, representaciones del
cuerpo, rendimiento, técnicas, entre otros (en la imagen, etnia
Terena).
En las últimas décadas los grandes temas estudiados son los juegos y los deportes. Y
recientemente ha habido una mayor valorización de los juegos indígenas, tanto desde el punto de
vista histórico, como del proceso de salvaguardar esa riqueza lúdica. Las preocupaciones llevaron
a investigar la génesis del juego, la competición, las apuestas, el olvido, los procesos de
salvaguardar la memoria, la cultura inmaterial y material entre otros temas. Entender lo lúdico en
las sociedades indígenas es un gran desafío, que implica reconocer la diversidad cultural del país.
En los últimos años, en el proceso de cambios sociales en las sociedades indígenas, los juegos
“tradicionales” son valorizados favoreciendo nuevas construcciones de organización social.
Los juegos forman parte del patrimonio material e inmaterial de las sociedades y culturas.
Ellos se realizan con el propósito de sentir placer, de la sensibilidad y de las emociones,
residiendo la esencia del juego en su intensidad, fascinación y capacidad de excitar,
expresadas por la incertidumbre, casualidad y por reunir valores culturales importantes,
que constituyen la identidad de grupos (CAILLIS, 1986, HUIZINGA, 1993,
FERREIRA, 2002). En el juego existe una
discontinuidad de la vida cotidiana para un
tiempo místico, unión individuo-cosmos,
momento transformador, pasar de un estado
para otro. El placer trae alegría, sensación
agradable, bienestar, la sensibilidad trae la
percepción del otro, los encuentros y
desencuentros, y las emociones la sensación de
ganar, de perder, de superarse (en la imagen,
etnia Umutina).
Estas tres dimensiones están presentes en el juego y en el deporte, aunque haya diferencias
fundamentales entre ellos. En síntesis, los juegos tienen una organización informal, implícita en la
cultural local; las normas son simples y legalizadas por la tradición, el nivel de tolerancia física es
alto; hay mayor integración de las personas en todas las edades – mujeres, hombres, jóvenes y
niños, y toda la comunidad puede participar de acuerdo con cada cultura. Por otro lado el
deporte tiene una organización formal, especifica e institucionalizada en el plano internacional, las
normas son formales y escritas, legalizado por medios racionales y burocráticos; las normas y las
reglas siguen la normalización internacional y distinguen entre los jugadores y el papel social
esperados (DUNNING, 1997; ROCHA FERREIRA, 2005, 2006).
En América, los primeros relatos de los juegos fueron hechos por misioneros y cronistas en el
siglo XVI. En las descripciones e interpretaciones dedujeron el ethos cristiano en sus registros,
señalando la vida indígena como desprovista de los mismos valores que tenían. Muchos de los
juegos estaban integrados en ceremonias sagradas y rituales considerados endemoniados, niveles
de violencia no compatibles con comportamientos deseados
por las normas de los colonizadores europeos. Otros
hechos también interfirieron en los cambios de
comportamientos, como las guerras, el exterminio de varias
sociedades indígenas, mortalidad, contacto con otras etnias
y más tarde con la vida urbana, el acceso a otras
informaciones fueron provocando cambios significativos en
las sociedades indígenas. El actual estado de preservación
de las culturas y lenguas indígenas es consecuencia del proceso socio-histórico ocurrido en el país.
Y, así muchos de los juegos fueron olvidados o “obligados a ser olvidados”, mientras que otros se
mantuvieron otros fueron resignificados en la sociedad de hoy (en la imagen, etnia Pareci).
Entendemos por juegos indígenas actividades corporales,
con características de recreación, los cuales pasan a través de
mitos, los valores culturales, y por lo tanto, pertenecen al
mundo material e inmaterial de cada etnia. Los juegos
requieren un aprendizaje específico de habilidades motoras,
estrategias y/o suerte. Generalmente, son jugados
ceremonialmente, en rituales, para agradar a un ser
sobrenatural y/o para obtener fertilidad, lluvia, alimentos,
salud, aptitud física, triunfo en la guerra, entre otros (en la
imagen, etnia xavante).
Tienen el objetivo, también de, preparar al joven para la vida adulta, la socialización, la
cooperación e/o la formación de guerreros. Los juegos se realizan en periodos y locales
determinados, las reglas son dinámicamente establecidas, no hay generalmente límite de edad
para los jugadores, no existen necesariamente ganadores/perdedores y ni siquiera necesitan
recompensa, excepto prestigio; la participación en sí esta llena de significados y promueve
experiencias que son incorporadas por el grupo y por el individuo (ROCHA FERREIRA &
JUEGO Y DEPORTE INDÍGENA
VINHA, 2007, TERENA, 2007). Los juegos están integrados dentro de los procesos de cambios
sociales. En este sentido es fundamental entender el término “transformación”, como proceso
inherente a la definición de la cultura. Muchas veces las personas tienen de antemano una idea de
las costumbres y conocimientos, seleccionando y juzgando elementos culturales a partir de una
visión propia (ethos), sin tener en cuenta la opinión de sus creadores y poseedores (GALLOIS,
2006, p. 18). Sin embargo, lo que es “tradicional en el conocimiento tradicional no es su
antigüedad, sino, la manera como es adquirido y como se utiliza” continuamente en la práctica en
la producción de los conocimientos (GALLOIS p.20). En ese sentido es importante buscar
entender los juegos y deportes como procesos dinámicos en la sociedad y cultura y no como
estáticos (en la imagen, etnia Terena).
Uno de los indicadores de dinamismo de los procesos sociales son las
realizaciones de los “Juegos de los Pueblos Indígenas”. Esta idea se
inició con el deseo de los líderes Carlos y Marcos Terena de mostrar
otra forma de jugar, según la opinión de ellos sin dopar, sin
anabolizantes, sin ganar a toda costa (2001, 2003). Este deseo se volvió
realidad, y estos juegos se transformaron en un acontecimiento
riquísimo y complejo. Constituyen un campo donde se reúnen
diferentes conocimientos y significados socio-culturales, ancestrales y
contemporáneos. Representan diferentes fuerzas de la sociedad, tales
como el Comitê Intertribal “Memória e Ciência Indígena”(ITC),
líderes indígenas, los “atletas’ indígenas, el gobierno federal, Ministerios de Deporte y Cultura, el
gobierno del estado y el gobierno municipal, Secretaria de Deportes, ONGs, medios de
comunicación, público, universidades, empresas. Esos juegos, de alcance nacional, son conocidos
como, Juegos de los Pueblos Indígenas, en su X edición, a nivel de estados como los Juegos
Indígenas de Pará, en su 3o edición y, regional como la Fiesta del Indio en Bertioga – San Pablo,
en su VII edición y los I Juegos Interculturales de Campos Novos do Paresi, Mato Grosso. Los
juegos nacionales fueron realizados en Goiania (1996), Guairá/PR (2000), Campo Grande/MS
(2001), Marapani/PA (2002), Palmas/TO (2003), Porto Seguro/BA (2004), Fortaleza/CE (2005)
e Recife/PE (2007).
En esos espectáculos los indígenas establecen
nuevas relaciones, entre ellos mismos y con los
“blancos”. Diferentes etnias indígenas
representadas por sus líderes y ‘atletas”, hombres
y mujeres producen una nueva forma de mostrar
y salvaguardar en la arena, para la demostración
de los juegos, venta de artesanía, relaciones Inter.-
étnica y organización del Foro Social construyen
nuevas identidades y ejercen nuevos papeles
(ROCHA FERREIRA, 2007). El fútbol indígena jugado en las aldeas y en los Juegos de los
Pueblos Indígenas trae la marca de la diversidad cultural de las etnias. Donde se reconstruye
valores y hábitos locales. Las reglas pueden ser semejantes, adaptadas al momento de los juegos,
pero en todo espectáculo, se sobrepone el lema “lo importante no es ganar o vencer, pero si
celebrar” como afirman los organizadores Marcos Justino Terena y Carlos Terena (en la imagen:
etnia Gaviao).
¿COMO NACEN LOS JUEGOS?
La universidad ejerce un papel importante en investigaciones y divulgaciones a través de
publicaciones, videos y organizaciones de espectáculos académicos-científicos. En particular la
Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad Estadual de Campinas, firmaron un convenio
para el desarrollo de los estudios sobre los Juegos Indígenas, a ser realizadas en la ciudad, todo el
alcance nacional, estatal y regional (VAZQUEZ et al., 2006). Una de las contribuciones puede ser
observada en el presente Manual, que retrata imágenes y fotos de una de las grandes riquezas de
los pueblos indígenas brasileños, desde el punto de vista lúdico. Maria Beatriz Rocha Ferreira.
Faculdade de Educação Física da UNICAMP.
Hace ya tiempo tuve una visión-sueño, en el cual vi a muchos indígenas a los que aún no había
identificado, precisamente en el momento de iniciarse los juegos, cuando estaban en el recinto de
juego, en un campo que actualmente ya no existe en mi aldea (en la imagen, Carlos Terena).
Yo acudía a la escuela en Campo Grande y para
solucionar la discriminación decidí practicar
deporte, empecé a entrenar para ser corredor de
fondo (10.000 metros), cosa que pocos atletas
hacían en aquella época. Yo no era muy bueno con
la pelota y por ello, elegí ser jugador de futbol sala,
ya que no tenía altura para jugar al fútbol. Tenía
ganas de ser el mejor y con esa auto-estima fui
creciendo y aprendí a ser Terena (esta experiencia
personal me llevaría en un futuro al colectivo de los
juegos).
Posteriormente, me mudé a Brasilia y allí tuve la oportunidad de conocer a otros
pueblos, lo que me llevó a fundar la primera selección de fútbol indígena – llamada
KURUMIM. En 1984 nos invitaron a los JEB' s – Juegos Estudiantiles Brasileños, por lo
que ya en los años 80 empezó a forjarse la idea de llevar a cabo las " Olimpíadas
Indígenas". Durante nuestra participación en los JEB's, observamos, en muchas ciudades
por las que pasamos, que los gimnasios y los estadios estaban completos, ya que todos
querían asistir; del mismo modo, la prensa, la radio y la TV, se hicieron eco de nuestra
presencia en la ciudad.
Con estas experiencias yo tenía ya todo el proyecto pensado y definido para llevarlo a
cabo. En el año 83, había visitado ya muchos pueblos y aldeas y tenía ganas de asistir a la
demostración de sus "deportes". Entonces fue cuando pensé en unir a todos los parientes
y comunidades en unos juegos (Carlos Terena, Secretario Técnico de los Juegos).
Los objetivos son:
Actualmente el objetivo general de los juegos no es promover de forma
prioritaria el deporte de alto nivel, que entrena y selecciona a grandes
campeones, sino incentivar el deporte socio-educativo: el deporte
como identidad de las culturas autóctonas, que promueven la
ciudadanía indígena, la integración y el intercambio de valores
tradicionales, incentivando la práctica colectiva de los deportes
tradicionales y de las manifestaciones culturales (en la imagen, etnia
Umutina).
Otros objetivos a destacar son los siguientes:
a. Mostrar las manifestaciones deportivas y culturales de cada pueblo indígena. b. Posibilitar el
intercambio y las manifestaciones deportivas culturales entre los aborígenes y sus miembros. c.
Proporcionar a cada participante el conocimiento de las nuevas modalidades tradicionales de los
deportes. d. Recuperar en las etnias indígenas, la práctica de sus deportes tradicionales.
¿Cómo se realiza la invitación para que las etnias participen en los juegos?
La participación de las etnias indígenas en JOPIN se lleva a
cabo a través de la invitación realizada por el Comité
Intertribal de memoria y ciencia indígena, siempre
respetando el mapa geográfico del indígena. El criterio
primordial para la selección de la etnia invitada será el factor
cultural y las culturas originales: ritos, idiomas, danzas,
cantos, instrumentos musicales, artesanía corporal, pinturas y
principalmente sus deportes tradicionales. También hay que
tener en cuenta a los pueblos indígenas en riesgo de extinción
cultural, lingüística y territorial. Para alcanzar la participación
de todas las etnias, se obedecerá a un criterio de rotación
entre ellas y sus aldeas respectivas (es una propuesta difícil de
conseguir, pero hay que intentarlo). El número de etnias
invitadas a participar en los juegos se definirá de acuerdo a
los recursos programados. Los invitados son la espina dorsal
de los juegos, por lo tanto son ellos los que definirán el
proyecto de los juegos en sí mismo (en laq imagen, etnia Bororo).
¿Qué significa el concepto “celebración” en los juegos?
Los juegos han sido muy bien pensados y estructurados:
Qué queremos hacer, cómo queremos hacerlo, cómo vamos
a organizarlo con los parientes y los diversos pueblos y
aldeas, sus dificultades y consecuencias, etc… Todo esto ha
sido estudiado y presentado en los coloquios y jornadas,
ofreciendo todos los detalles a cada líder. Como educador,
yo nunca incentivo la competitividad, sino la idea de que
somos principalmente hermanos.
También buscamos proporcionar a nuestras fiestas el
concepto de alegría y de comunión en las aldeas (Kuarup,
Kipahi y Yamarikumã). Siempre buscamos transmitir con
nuestros gestos y actos. La celebración se configura, por
tanto, de forma natural y se transmite y entiende en su
totalidad en la práctica (en la imagen, etnia enawené).
¿Cómo se han definido los deportes y los juegos que entran en la programación
de los juegos?
Se han definido con el trabajo de campo, conociendo en detalle cada uno de ellos y respetando
cada realidad. En primer lugar, me acerqué a las aldeas para conocer cada acontecimiento, cada
fiesta y sus significados y algunos detalles en común, como el canoagem y el arco y la flecha.
Posteriormente, descubrí acontecimientos tradicionales, como la carrera de toras, las luchas
corporales, el ronkrã, xikunahiti y otros. Esta investigación ha durado 16 años, durante los cuales
se ha recopilado información y elaborado para transmitirla de forma adecuada, de modo que en
un futuro el fomento del deporte no tengan un impacto cultural negativo y las diversas
comunidades defiendan y mantengan los juegos tal como eran originariamente.
JUEGOS INDÍGENAS
COMPETIDORES SIN COMPETICIÓN
Por iniciativa de dos hermanos: Carlos y Marcos Terena,
pertenecientes a la etnia del mismo nombre, y con el
apoyo del que era Ministro Extraordinario de Deportes,
Edson Arantes do Nascimento, Pelé, en el año 1996
tuvieron lugar los primeros “Jogos dos Povos Indígenas”,
realizados en Goiania. Los Juegos son un evento de gran
envergadura que supone una preparación de muchos
meses y un esfuerzo por parte de la población indígena
que tiene que recorrer unas distancias enormes (debido a
las dimensiones del país), en autobús, barco o avión (en
la imagen (en la imagen, Marcos Terena, Presidente del
ITC).
Una de las características más de los juegos y deportes tradicionales practicados por los pueblos
indígenas de Brasil es mostrar a través de la competición, las señas de identidad cultural de cada
etnia, siendo los encuentros interculturales más que una verdadera competición una fiesta donde
cada etnia presenta, a través de sus manifestaciones deportivas, los rituales que celebran en las
aldeas como es el caso de la carrera de toras o actividades cotidianas que han convertido en
juegos deportivos para su difusión como por ejemplo la caza con cerbatana. En los juegos
indígenas no hay un premio para el equipo vencedor, el mejor trofeo que ellos reciben es la
propia convivencia y el encuentro con otros hermanos que viven en otras áreas distantes.
Las celebraciones de los juegos se celebran
anualmente en encuentros regionales o
nacionales con la colaboración del Ministerio
del Deporte y de Cultura, gobiernos
municipales e iniciativas públicas y privadas (en
la imagen, etnia Pataxó).
Los juegos, también se aprovechan para
presentar demostraciones culturales como
fotos, artesanía, danzas y música. Algunos de
estos juegos son los que vamos a describir a
continuación. Carlos Terena. Secretario general Del Comité
intertribal.
Carrera de velocidad disputada entre dos
equipos (normalmente casados y solteros),
que se relevan pasándose una vara de bambú. Cada equipo, está formado por cuatro
atletas. Se disputa en círculos, teniéndose que dar el número de vueltas convenido,
quedando vencedor el que llegue antes al final, con la vara de bambú. Es practicado
por el pueblo Gavião Kiykatêjê, de la tierra de Mãe Maria, en el Estado de Pará.
Consiste en realizar un lanzamieno de flecha donde el
blanco es un guerrero que tendrá que agarrar la flecha con
las manos. Otra variante practicada por el pueblo Xavante, es lanzar la flecha en
vertical, teniendo que ser recogida antes de caiga al suelo. Es practicado para
conseguir la preparación de los jóvenes guerreros del pueblo Ashaninka, que habitan
en el suroeste del Estado de Acre, fronterizo con Perú, y los Gaviões
Parakateyê/Kyikatêjê, de la tierra indígena Mãe Maria, del sur de Pará.
Cada etnia participa con dos competidores
como máximo, que pueden ser hombres o
mujeres. Se dispara en dirección a un blanco situado a 30 metros, generalmente com
la forma de un pez. Cada una de las partes del pez, tiene una puntuación que oscila
entre 1 y 40 puntos, consiguiéndose esta última cuando um arquero consigue acertar
em el ojo del pez.
Cada participante realiza tres disparos, obteniendo la puntuación
con la suma de los mismos. La prueba está dividida en dos
etapas, la primera eliminatoria
en la que clasifican los doce
atletas que disputan la final.
Cada arquero usa su equipo de
arco y flechas, de fabricación
propia, por lo que el tamaño
no está estandarizado. Los
pueblos indígenas usaban
mucho el arco y las flechas
como arma de guerra, actualmente es utilizado para la caza y la pesca. También se ha
convertido en una práctica deportiva, disputada entre aldeas. Existe una gran
variedad de tipos de arcos, flechas y puntas, debido a su diversidad de uso. La
mayoría de las tribus hacen su arco con madera del tronco de una palmera llamada
tucum, de color oscuro que se encuentra próxima a los ríos. El pueblo Gavião, de
Pará lo confecciona con la madera de color rojo, llamada aruerinha. Los pueblos de
MODALIDADES de juego
CARRERA DE VARAS
APÃNARE
ARCO Y FLECHA
LANZAMIENTO DE LANZA
Xingu utilizan pau-ferro, aratazeiro, pau d'arco y ipê amarelo. Los índios de alto
Amazonas usan mucho pupunha, y las tribus de lengua tupi son las únicas que
utilizan, en ocasiones, madera de las palmeras. El tamaño del arco obedece a las
necesidades de su uso, de acuerdo con la cultura de cada pueblo. Las flechas son
fabricadas de una especie de bambúm llamada taquaral o caninha. La punta es
fabricada, de acuerdo con la tecnología de cada etnia. Las flechas largas y con las
puntas de tipo de sierra, se usan para la pesca, otras puntas se hacen de la propia
madera de la flecha. Algunos pueblos colocan huesos y dientes de animales. Hay
otras flechas que no tienen punta, sino una terminación esférica, que se usan para la
caza de pájaros, por medio de estas flechas son abatidos evitando daños en las
plumas.
Es una modalidad masculina en
la cual el atleta debe tirar la
lanza, intentando conseguir la
máxima distancia posible. Las lanzas se realizan de forma tradicional, usando todos
los participantes las mismas lanzas. Cada uno cuenta con tres lanzamientos realizados
de forma consecutiva, computando el mejor de ellos. No es necesario que sean
clavadas, tomando la medida del lanzamiento,en ese
caso, en el lugar donde tomó contacto con el suelo.
La técnica de lanzamiento varía de unas etnias a otras,
utilizando la mayoría el lanzamiento a una mano,
aunque también hay lanzadores que utilizan las dos,
apoyando la mano débil en el extremo opuesto a la
punta de la lanza. Existe un área donde el atleta puede
realizar una carrera previa al lanzamiento, siendo éste
nulo si sale fuera de la zona válida de caída. Las
normas dejan claro que los lanzamientos fuera de la
zona delimitada, son nulos. El área de lanzamiento
podemos observarla en la foto de La siguiente página
(en la imagen, etnia Umutina).
1. Línea de lanzamiento. No puede ser
traspasada por los participantes, teniéndose
que lanzar antes de llegar a ella. 2. Líneas
que marcan el área de lanzamiento válida.
Si la lanza sale de ella no se contabiliza la
medida alcanzada por considerarse un
lanzamiento nulo. Se permite a los atletas
el reconocimiento de las lanzas.
Las lanzas son utilizadas por algunas etnias,
fuera de la actividad deportiva para la caza,
la pesca y para defenderse de animales.
Dado que su uso es muy versátil, la
variedad de formas y tamaños es muy alta.
SOGATIRA
CArRERA DE FONDO (5 Km.)
Consiste en una carrera de
velocidad cuya distancia son 100
metros. Pueden participar dos atletas de cada etnia en categoría femenina y dos en
masculina. Se realizan series cuyo número varía dependiendo del número de atletas
inscritos. Los primeros de cada serie configuran la final. La zona de carrera se
configura dentro del estadio, hay competiciones en las que se delimitan las calles y
otras en las que no, teniendo que intentar los atletas correr en línea recta. Los
indígenas siempre se preocuparon por tener una buena preparación física,
recorriendo habitualmente grandes distancias en busca de su alimento.
Es una prueba de resistencia
disputada por la mayoría de
las etnias. No hay límite de inscripción respecto al número de participantes por etnia,
pudiendo correr hombres y mujeres. El recorrido es marcado por la organización
dependiendo de la ciudad que sea sede. Se realizan dos carreras, una femenina y otra
masculina. Se permite el reconocimiento de la zona de carrera previamente a la
realización de la misma.
Se realiza en
categoría femenina y
masculina, cada equipo se compone de un
máximo de diez participantes y de dos
reservas. También puede participar un
técnico de cada equipo. Los participantes
se colocan en fila (uno detrás del otro), para
agarrar la cuerda, quedando los equipos
enfrentados. Los atletas deben tirar de la
cuerda, cada uno en un sentido hasta intentar
que el equipo contrario traspase el área
marcada. La cuerda tiene una marca central,
que cuando traspasa la señal de alguno de los equipos hace que pierda.
Para decidir los emparejamientos se realiza un sorteo con todas las
delegaciones inscritas. Es utilizado un sistema de eliminación simple en
todas las fases hasta llegar a una final. Es una modalidad practicada para
medir la fuerza física. Tiene mucha aceptación entre las etnias, que
entrenan en sus aldeas con grandes troncos de árboles (en la imagen, etnia
Enawené Nawê y Umutina).
CARRERA DE 100 metros
CARRERA DE CANOAS
CARRERA DE TORA
Es una carrera de canoas
disputadas en ríos, lagos o en el
mar. Se disputa por parejas y la distancia a recorrer es de unos 400
metros aunque esta distancia varia de unos
juegos a otros. El final de la prueba es
marcado por la organización y la pareja
ganadora es la que traspasa en primer lugar
con la punta de proa de la canoa la línea de
demarcación. Las canoas son comunes para
todos los participantes, teniendo éstos que
aportar los remos. En cada carrera se
produce un sorteo de canoas. Queda
clasificada la pareja ganadora de cada serie
hasta conformar la final, que estará limitada
al número de canoas existentes aportadas por
la organización.
Actualmente en los Juegos se utilizan las canoas
fabricadas por los Rikbatsa (Mato Grosso), sus canoas fueron
oficializadas como la embarcación de los juegos, para lo que fue preciso
estandarizar su peso y medidas. Se permite el reconocimiento previo del
recorrido y de las canoas. La canoa es utilizada como medio de
transporte y para la pesca, siendo un elemento esencial en la vida de los
indios. Cada pueblo tiene un modo de fabricación, como ejemplo decir
que las canoas de los Karajá son más estrechas que las de otras etnias,
consiguiendo más velocidad.
A veces es practicada de modo
demostrativo entre dos equipos de una
misma aldea y otras se compite entre las distintas etnias participantes en los Juegos.
Consiste en una carrera por equipos donde, se tiene que transportar un tronco en el
hombro de uno de los componentes del equipo, pudiendo hacer tantos relevos como
sean necesarios con otros compañeros y siempre que sea necesario portando un
tronco de árbol, llamado “tora”, cuyo peso varía
entre 70 y 100 kilogramos en categoría masculina y
50 a 70 kg., en femenina. El tronco es
transportado en el hombro de uno de los
componentes del equipo que puede realizar un
relevo a algún compañero en el momento que
estime oportuno. Cada equipo está compuesto por
un máximo de 15 atletas. Se corre en círculo, y se
termina en el centro del estadio, marcando la llegada el toque de la tora con el suelo.
Los enfrentamientos se deciden mediante sorteo. Se realizan tres vueltas. Se hace
sorteo para elegir las toras. Se utiliza el sistema de eliminatorias simples en todas las
fases hasta llegar a un ganador. En la arena estarán los atletas y un técnico orientador
con cada equipo (en la imagen, etnia Xerente).
Entre las etnias que lo practican están los Xavante (Mato Grosso), Gavião
Kyikatêjê/Parakateyê (Pará), Xerente (Tocantins), Krahô (Tocantins), Kanela (Mato
Grosso), Krikati (Mato Grosso), Apinaje (Tocantins).
La mayoría fabrican la tora del tronco de la palmera
llamada Buriti y cada grupo tiene un ritual propio para
su confección. Es practicada en rituales, fiestas y
juegos. Es una prueba de fuerza y resistencia. La
carrera de tora difiere en las distintas etnias
obedeciendo a sus ritos tradicionales de significado
social, religioso y deportivo.
Para el pueblo Krahô está asociada a un determinado rito, que hace que varíe los grupos
de corredores, así como el recorrido y el tamaño de las toras. Las carreras se realizan de
fuera hacia adentro de la aldea, o dentro de la misma, en este caso se establece la salida y
la llegada en una zona llamada woto, que es un lugar preparado para todas las actividades
culturales y sociales. Siempre es realizada al atardecer o al anochecer. Las corridas que
empiezan fuera de la aldea, se realizan generalmente al final de la tarde, cuando los
Krahô vuelven de alguna actividad colectiva como la caza o la poda. La carrera de tora se
practica en rituales, fiestas y juegos, en esos casos las toras pueden representar símbolos
mágicos o religiosas, como durante el ritual de Porkahok, que simboliza el fin del luto de
algún miembro de la comunidad. Por la mañana las carreras de toras tienen un sentido
de preparación gimnástica para la preparación del cuerpo. Se corre con toras usadas,
alrededor de las casas, en sentido contrario a las agujas
horarias. Los Xavante realizan la carrera entre dos equipos
de 15 o 20 personas. Pintan sus cuerpos, corriendo más de
cinco kilómetros, relevándose hasta llegar al centro de la
aldea, donde inician una danza llamada Uwede'hõre. En la
fiesta de U'pdöwarõ, la fiesta de la comida, también existe
la carrera con tora, en ese evento la tora usada es mayor y más pesada. En todas estas
manifestaciones hay participación de mujeres (en la imagen, etnia xavante).
FÚTBOL
JÄMPARTI
Los Gavião Kyikatêjê/Parakateyê, de Pará, son también grandes
corredores de tora, obedecen a los mismos rituales de otros pueblos,
pero tienen una peculiaridad que es el Jãmparti. Se trata de una carrera con una tora más
larga y con más de 100 Kg de peso, que es cargada por dos atletas. Su práctica se lleva a
cabo siempre, al final de las carreras de toras comunes. No hay un premio para el
vencedor, solamente la demostración de fuerza física y resistencia (en la imagen etnia
Gaviao Kykatêje).
Preparación de las toras: Generalmente, todos los pueblos que hacen esta actividad,
confeccionan las toras con el tronco de una palmera llamada buriti, una especie de
cocotero, considerado sagrado por los Krahô. Del buriti, los indios aprovechan todo,
desde su fruto como alimento, hojas para la cobertura de casa y confección de artesanías
(cestas, abanicos) y el tronco para rituales y actividades deportivas. En la preparación del
corte de la madera, hay un ritual de cantos y danzas. Se derrumba y corta en dos partes
en forma de cilindros de igual tamaño. Las toras poseen tamaños variados, de acuerdo
con el ritual para el que sea realizado, pesando de 2 a 120 kilos. Muchas toras son
“guardadas” dentro de ríos para que absorban agua y pesen más.
El fútbol ya forma parte del contexto cultural de varios grupos
indígenas, siendo unánime la participación de todas las
etnias y de atletas de ambos sexos. La modalidad es
disputada de acuerdo con las reglas de la instrucción
general de los Juegos y de acuerdo con el patrón de la
Confederación Brasileña de Fútbol, con la excepción del
tiempo de juego, que es de 30 minutos dividido en dos
tiempos de 15 minutos cada uno, con un intervalo de
cinco minutos. Cada equipo indígena puede inscribir un
máximo de 15 atletas. En caso de que al terminar el
tiempo de juego, el encuentro se tenga un empate en su
marcador, el criterio que se adopta es ir a la tanda de penaltis directamente (no habrá
prórroga). Después de 5 minutos de descanso, cada equipo tirará una serie de 5
penaltis por atletas diferentes. Si persiste el empate irán lanzando alternadamente
KAGÓT
KAIPY
KATULAYWA
LUCHAS CORPORALES
penaltis un atleta de cada equipo, hasta definir un vencedor. La orden de ejecución
de los lanzamientos será sorteado por el árbitro. Los Juegos Indígenas tienen como
objetivo destacar el aspecto lúdico de la práctica deportiva del fútbol. Con esta
práctica deportiva ellos demuestran que quieren formar parte de la cultura deportiva
del resto del país.
Es practicado por el pueblo Xikrin. Los participantes se
dividen en dos grupos con el mismo número de
participantes, siendo este variable, no fijo. Se inicia con danzas y
canciones por parte de ambos grupos que comienzan separados y se van
aproximando para el enfrentamiento. Durante la danza al cruzarse se
tiran flechas preparadas (no tienen punta) intentando dar a algún
miembro del equipo contrario, consiguiendo puntos. No hay árbitro, sino
que el jugador que recibe el impacto lo señala. No hay un premio
específico para el ganador, sino conseguir la confraternización entre los
grupos.
Es una habilidad de los arqueros de la etnia Gavião
Kyikatêjê/Parakateyê. Utilizan una hoja de palmera, que se
dobla y se apoya sobre dos maderas fijas en el suelo. Los participantes se
colocan a una distancia de 5 a 20 metros, disparan en dirección a la hoja
de palmera, haciendo que la punta de la flecha vaya próxima al tallo. En
este pueblo existe la práctica de lanzamiento a distancia, practicado
también por las mujeres. Entre muchas tribus se practican ejercicios de
precisión, utilizando frutos nativos como el mango, la naranja, tallo de
bananera y otros.
Juego de bola con las rodillas, practicado por
el pueblo Xingu.
Las luchas corporales que se practican por
hombres y mujeres, forman parte de la cultura
tradicional de los pueblos Xinguanos
(Kayapó, Tchukarramãe), Bakairi, Xavante, Gavião Kyikatêjê/Parakatêye e Karajá.
Algunas etnias luchan de pie, otras arrodilladas en el suelo (Huka Huka). El Huka-
Huka, es una lucha tradicional de los pueblos indígenas de Xingu y de los índios
Bakairi, comienza cuando el organizador de la lucha, un jefe, va hasta el centro de la
arena y llama a los adversarios por su nombre. Los luchadores se arrodillan girando
en dirección anti-horaria frente al oponente, hasta que se agarran, tratando de
NATACIÓN
(TRAVESÍA)
levantar al adversario y tirarlo al suelo. Los Karajás de Tocantins tienen otro estilo,
los atletas inician la lucha de pie, agarrándose por la cintura, hasta que uno consigue
tirar al otro al suelo. El atleta vencedor abre los brazos y danza alrededor del
oponente, cantando e imitando a un ave. Los
Gavião Parakateyê de Pará y los Tapirapé e
Xavante de Mato Grosso, realizan sus luchas
de un modo parecido a los Karajá. En esta
demostración no existe juez, sino un
orientador indígena. No hay premio para el
vencedor de la lucha, sino el reconocimiento
y respeto por parte de toda la comunidad
indígena (en la imagen, etnia Gaviao).
Los Gavião Kyikatêjê/Parakatêye, de Pará practican el Aipenkuit y los Karajá pratican el
Idjassú. Este deporte fue introducido en los Juegos desde la primera edición, como
presentación. El deseo de realizar una competición de luchas corporales dentro de los
Juegos es grande, pero debido a la gran variedad de luchas y técnicas, resulta muy difícil
ponerlos en práctica, de forma generalizada.
Se disputa desde la primera edición de
los Juegos, en Goiânia (1996). Realizada
en aguas abiertas (ríos, lagos y mar), la
prueba puede ser de media distancia o de resistencia (las distancias varían de 400 a
700 metros. Tiene participación de hombres y
mujeres. La prueba se realiza con estilo libre. Cada
etnia puede inscribir dos equipos, femenino y
masculino, con dos atletas cada uno. El
responsable de cada delegación deberá acreditar el
cada atleta participantes está debidamente
preparado físicamente para realizar la prueba. Los
participantes podrán reconocer previamente el
recorrido.
La vida de los pueblos indígenas está íntimamente relacionada con el agua. En la
primera hora de vida de un bebé indígena comienza con una zambullida en un río o
un lago con su madre. Gran parte de las actividades recreativas de los niños se
realizan en el agua. Los juegos van desde los chapuzones hasta el desafío de atravesar
de una margen a otra, cuando los niños inician la preparación para convertirse en
grandes "cazadores" de peces. Uno de los rituales de los Xavante, de Mato Grosso, se
realiza dentro de un río, para la preparación de los adolescentes para perforarles sus
orejas (Datsiwaté). En esta ceremonia el grupo permanece sumergido hasta la altura
del pecho dos horas como mínimo, batiendo simultáneamente los brazos, en una
TIHIMORE
KOPÜ-KOPÜ (PETECA)
ROkRÁ
coreografía acuática, provocando reblandecer el lóbulo de la oreja lo que permite
perforarla más fácilmente.
Se juega con
una peteca
hecha con
hojas de maíz. Todos juntos se colocan en círculo, no hay
equipos, el objetivo es conseguir darle a la peteca con la mano
y que otro falle. Cuando alguien no le da, todos van corriendo
para derribarle para así demostrar que erró. La petaca está
constituida por una base que es donde se concentra la mayor
parte del peso, y otra más liviana que aporta equilibrio y
orienta su trayectoria durante el lanzamiento (en la imagen
etnia Xikrin do catete).
Rõkrã es un juego colectivo tradicional practicado por
el Pueblo Kayapó (PA). Dos equipos de 10 o más
atletas se posicionan en lados diferentes de un campo de un tamaño
semejante al de fútbol. Con una especie de borduna: bastón, atletas
deben devolver al campo del adversario una pequeña bola, hecha de
coco. Cuando la bola traspasa la línea de
fondo del otro equipo, se marca un
punto.
De acuerdo con informaciones de
los Kayapó, este deporte dejó de
practicarse debido a que su violencia
causaba grandes contusiones de los
competidores (en la imagen, etnia Kayapó).
Practicado solamente por mujeres (generalmente jóvenes
y adolescentes) del pueblo Paresi. La prueba es disputada
entre familias o clanes. Es realizada en las fiestas y rituales
de iniciación y de nominación, cuando los niños reciben nombres propios. Es
semejante al juego del boliche. Se disputa en un campo de 10 metros de largo por 1
metro de ancho, las dos puntas son preparadas con dos palos de madera fijada al
suelo, donde son introducidas espigas de maíz. El juego es disputado con dos bolas
de membrillo verde y el objetivo es tirar el maíz de las adversarias, que se encuentra
sobre los palos finales. Es jugado por dos o cuatro atletas de cada lado y no hay juez,
apenas un observador de cada lado adversario, que tienen la función de verificar si
hubo toque y la puntuación. La cuenta de puntos es hecha después de dos jugadas de
cada lado. Gana el juego el equipo que consigue derrumbar las espiga más veces. La
modalidad se origina en los tiempos de formación de la civilización Paresi, con la
FÚTBOL
DE
CABEZA
enseñanza milenaria del héroe mítico Wazaré. Es considerado como una actividad
lúdica cuyo objetivo es fomentar las relaciones dentro del grupo.
El nombre de esta modalidad se pronuncia
Zikunariti, en la lengua de los Paresi, e
Hiara en la lengua de los Enawenê Nawê. Es un juego, parecido al fútbol, pero en
lugar de chutar, los equipos deben cabecear la bola. El deporte es exclusivamente
masculino, practicado, tradicionalmente, por los pueblos Paresi, Salumã, Irántxe,
Mamaidê e Enawenê-Nawê, todos de Mato Grosso. Es disputado por dos equipos,
con ocho atletas, como mínimo. El partido se realiza en un campo de tierra batida,
para que a bola gane impulso. El tamaño del campo es semejante al de un campo de
fútbol; y cuenta solamente con una línea en el centro, que delimita el espacio de cada
equipo. El partido comienza con atletas veteranos, uno de cada equipo. Ellos se
dirigen al centro del campo, para decidir quién irá a lanzar la bola al otro, para que
pueda ser devuelta. El juego continua con la primera cabezada para el campo
adversario, que deberá ser recepcionada por uno de los dos atletas también con la
cabeza. A continuación, los dos atletas
veteranos dejan inmediatamente el campo, ya
que la responsabilidad de ellos era
exclusivamente hacer el lanzamiento inicial del
partido. Durante la disputa, la bola no puede
ser tocada con las manos, pies o cualquier otra
parte del cuerpo, pero puede tocar el suelo,
antes de ser rebatido por el otro equipo. El
equipo marca puntos cuando la bola no es
devuelta por los adversarios. Cuanto mayor es
la habilidad de los atletas, más fuertes son las
disputas, pudiendo durar hasta más de
cuarenta minutos. La leyenda Paresi cuenta
que el Xikunahity fue creado por la principal
entidad mítica de la cultura Paresi, el Wazare.
Después de cumplir su misión de distribuir al
pueblo Pareci por toda la meseta de los
Parecis, Wazare hizo una gran fiesta de
confraternización, antes de volver a su mundo (en la imagen, etnia Pareci).
CERBATANA
Es una demostración
individual realizada por
las etnias Matis e
Kokama. Los atletas se posicionan, a 20 o 30 metros del
blanco adaptado – una sandía colgada en un trípode. La
prueba consiste en alcanzar la sandía el mayor número de
veces posible. La cerbatana es un arma artesanal,
semejante a un tubo largo, de aproximadamente 2,5 de
largo. Se hace de madera y tiene un agujero donde se
coloca una pequeña flecha de aproximadamente 15 cm.
Por ser silenciosa y precisa, la cerbatana es muy utilizada
por los indios amazónicos para cazar animales y aves. Estas
etnias, apenas han tenido contacto con culturas no indígenas,
produciéndose este hecho hace menos de 20 años (en la imagen, etnia Matis). Habitan en la
región del Valle de Javari, frontera con Perú y Colombia, en el Amazonas, y también son
conocidos como los "cara de felino", por usar adornos faciales inspirados en ese animal. Los Matis
tuvieron su primera participación en los II Juegos, contando con cinco atletas, debido al alto costo
de los billetes de avión y de la duración de su viaje que les lleva unos cuatro días para llegar a la
ciudad más próxima Tabatinga, Amazonas. Diana Ruiz Vicente, Universidad Politécnica de Madrid

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